En el fútbol moderno, una metodología estructurada es esencial para el éxito de un club. Proporciona un marco claro para el desarrollo de jugadores, asegura coherencia en estilos de juego y entrenamientos, y facilita la transición de jóvenes talentos al primer equipo. Además, permite una evaluación continua del progreso y fortalece la organización del club, consolidando su competitividad y prestigio a largo plazo.
METODOLOGÍA
METODO PARETO
Es lo que el aprende no es lo que le enseño.. No has enseñado hasta que ellos han aprendido
MECANIZACIÓN DE LA CREATIVIDAD.
Honrado, Humanos y Humildes.
Para formar a cualquier individuo en un oficio o carrera, ya sea soldadura, piloto, o médico, se estipulan unas 10.000 horas de formación. Sin embargo, las planificaciones en los clubes de fútbol a menudo no alcanzan este nivel de compromiso y dedicación en la formación de los futbolistas. Con una media anual de 250 horas (en un club serio), se requerirían 40 años para alcanzar esa cifra.
En el pasado, los jóvenes compensaban esta falta de entrenamiento con actividades al aire libre, en el recreo, o reduciendo su tiempo de comida (Fútbol en el parque). Pero hoy en día, estas horas se destinan al móvil, la PlayStation o el PC, inmersos en juegos y redes sociales, lo que lleva a que los individuos vivan en un mundo virtual. Esta tendencia está generando una generación de jóvenes menos activos y más frágiles, incapaces de moverse con facilidad.
Es innegable que el ser humano tiende a la pereza por naturaleza, pero esta actitud puede ser cambiada a través de la pasión y el compromiso. Es crucial enseñar a los jóvenes a competir no solo contra sus adversarios, sino también contra sí mismos, superando la pereza, la comodidad, el egoísmo y el individualismo.
Para un club, al igual que para un árbol, es fundamental tener raíces sólidas. La metodología que proponemos busca formar jóvenes con imaginación, fomentando el desborde y el juego colectivo. No buscamos delanteros que corran más de 15 metros con el balón, sino jóvenes comprometidos con el equipo, con una mentalidad de «nosotros» en lugar de «yo». Creemos que los futbolistas se hacen, ya que las cualidades necesarias se adquieren y mejoran con un entrenamiento inteligente, moderno y adaptado a las características individuales de cada jugador. No se requieren habilidades especiales, solo práctica constante y entrenamiento adecuado.
Grandes referentes como Kubala, Cruyff, Laudrup, Messi y Maradona dedicaban horas diarias al entrenamiento, demostrando que el esfuerzo y la dedicación son fundamentales para alcanzar la excelencia en el fútbol.
OBJETIVOS GENERALES
Nuestro objetivo es formar jugadores habilidosos, seguros de sí mismos y creativos, capaces de combinar de manera efectiva con sus compañeros de equipo. Este desarrollo va más allá del ámbito deportivo, implicando un compromiso profundo con la entidad y los valores humanos que representa.
Buscamos cultivar en los jugadores un profundo sentido del juego, un sólido entendimiento del mismo, una inteligencia futbolística notable y una habilidad excepcional.
OBJETIVOS ESPECIFICOS
Optimizar el proceso implica llevar a cabo actividades distintas con un propósito definido, así como evaluaciones y ajustes continuos, incluyendo hitos semanales para alcanzar nuestros objetivos.
Nuestra meta es formar jugadores aptos para los equipos de élite del club, mediante un enfoque educativo que fomente la comprensión profunda de la «lógica» del juego.
La habilidad técnica
(dominio del balón)
El sentido táctico
(dominio del juego)
Condición física
(control del cuerpo)
Calidad psicológica
(control mental).
PRINCIPIOS DE LA ENSEÑANZA
El desarrollo de una metodología de entrenamiento efectiva requiere la implementación de varios principios fundamentales que guían el proceso de preparación de los atletas. A continuación, se explican seis principios esenciales dentro de esta metodología:
- Principio de Especificidad (Simulación de Competición)
El principio de especificidad se basa en la idea de que el entrenamiento debe ser lo más parecido posible a las condiciones de competición. Esto significa que los ejercicios y actividades deben simular las demandas físicas, tácticas y mentales del futbolista. Por ejemplo, un corredor de maratón debe incluir en su entrenamiento carreras largas y a ritmos de competición, mientras que un futbolista debe practicar situaciones de juego real en el campo.
Diseñar sesiones de entrenamiento que imiten las condiciones de competición.
Incluir simulaciones de juego y estrategias específicas del deporte.
Evaluar el rendimiento en condiciones similares a las de un torneo o evento real. - Principio de Progresión Compleja (Aumento Progresivo de Complejidad)
El principio de progresión compleja sugiere que el entrenamiento debe aumentar gradualmente en complejidad y dificultad. Esto permite que los atletas desarrollen habilidades avanzadas y se adapten a niveles superiores de desempeño sin riesgo de lesiones o sobreentrenamiento.
Comenzar con ejercicios básicos y progresar a tareas más complejas.
Aumentar gradualmente la intensidad, duración y complejidad de las sesiones.
Introducir nuevas técnicas y tácticas de forma sistemática. - Principio de Propensiones (Repetición Sistémica)
El principio de propensiones se refiere a la importancia de la repetición sistemática para consolidar habilidades y estrategias. La repetición constante permite a los atletas internalizar y automatizar movimientos y decisiones, mejorando así su rendimiento en competencia.
Establecer rutinas de entrenamiento que incluyan repetición de habilidades clave.
Utilizar técnicas de retroalimentación para corregir y perfeccionar movimientos.
Implementar prácticas regulares y consistentes. - Principio de Alternancia Horizontal Específica (Regular el Esfuerzo y Recuperación)
El principio de alternancia horizontal específica enfatiza la necesidad de equilibrar el esfuerzo y la recuperación durante el entrenamiento. Es fundamental para prevenir el agotamiento y asegurar que los atletas puedan mantener un rendimiento óptimo a lo largo del tiempo.
Planificar periodos de alta intensidad seguidos de descansos adecuados.
Incorporar ejercicios de recuperación activa y pasiva en el programa de entrenamiento.
Monitorear la carga de entrenamiento y ajustar según las necesidades del atleta. - Principio de Intensidad Táctica o Volumen (Concentración Táctica)
El principio de intensidad táctica o volumen subraya la importancia de la concentración táctica durante el entrenamiento. Se trata de focalizarse en aspectos estratégicos del deporte, asegurando que los atletas no solo estén físicamente preparados, sino también mentalmente capacitados para tomar decisiones tácticas durante la competencia.
Integrar sesiones de entrenamiento táctico específico.
Utilizar juegos de situación y análisis de partidos para mejorar la comprensión táctica.
Fomentar la toma de decisiones rápidas y efectivas en contextos de alta presión. - Principio de Entereza Inquebrantable (Modelo Abierto y Adaptable)
El principio de entereza inquebrantable establece que la metodología de entrenamiento debe ser abierta y adaptable, pero no cambiante de manera inconsistente. Esto significa que, aunque el modelo de entrenamiento puede ajustarse según las circunstancias, debe mantener una estructura y objetivos claros y consistentes a lo largo del tiempo.
Mantener una estructura de entrenamiento sólida y coherente.
Adaptar los planes de entrenamiento según la evolución y necesidades del atleta.
Evitar cambios abruptos o inconsistentes que puedan desorientar al atleta.
En resumen, la aplicación de estos principios dentro de una metodología de entrenamiento asegura un desarrollo integral y sostenido del atleta, preparándolo para enfrentar las demandas de la competencia de manera efectiva y segura.
REPETICIÓN CORRECTA = MEMORIA = AUTOMATISMOS = TOMA DE DECISIONES CORRECTAS = MECANIZACIÓN DE LA CREATIVIDAD
El 95% de las neuronas se desarrollan antes de los 12 años, lo que se conoce como «LA EDAD DORADA» (The Golden Age”). Entre los 7 y los 11 años, se experimenta una notable aceleración en el aprendizaje de habilidades motrices. A partir de los 12 hasta los 16 años, se consolida la conciencia de las habilidades adquiridas después de su obtención.
FUNDAMENTOS DE LOS PRINCIPIOS
Técnica como Componente Básico
La técnica es un componente fundamental en el desarrollo del atleta, caracterizada por la «inteligencia en movimiento». Esto implica la capacidad de automatizar la adaptación táctica en respuesta a las diversas fases del juego. En otras palabras, la técnica no solo se refiere a la ejecución precisa de habilidades físicas, sino también a la integración de estas habilidades con una comprensión táctica profunda, permitiendo respuestas rápidas y efectivas en situaciones dinámicas del juego.
Automatización de Movimientos: Entrenar movimientos técnicos hasta que se conviertan en respuestas automáticas, permitiendo al atleta concentrarse en la estrategia y la toma de decisiones.
Adaptación Táctica: Practicar en contextos que imiten las condiciones reales del juego, fomentando la capacidad de ajustar las habilidades técnicas según las demandas tácticas del momento.
Inteligencia en Movimiento: Desarrollar la habilidad para leer y anticipar el juego, integrando la técnica con la percepción situacional y la toma de decisiones.
Esta combinación de técnica y táctica asegura que los atletas no solo dominen las habilidades fundamentales de su deporte, sino que también sean capaces de aplicarlas de manera inteligente y adaptable en el campo de juego.
Aprovechar las Edades de Oro
El concepto de «aprovechar las edades de oro» se refiere a identificar y maximizar los periodos óptimos de desarrollo en los atletas jóvenes. Estos periodos, conocidos como ventanas de oportunidad, son etapas críticas en las que los individuos son particularmente receptivos al aprendizaje y al perfeccionamiento de habilidades específicas. Aprovechar estas edades de oro es esencial para asegurar un desarrollo completo y eficiente del atleta.
Identificación de Ventanas de Oportunidad: Reconocer las etapas específicas de desarrollo en las que los jóvenes atletas son más propensos a mejorar ciertas capacidades físicas, técnicas, tácticas y mentales.
Entrenamiento Enfocado: Diseñar programas de entrenamiento que se centren en desarrollar las habilidades adecuadas durante estas etapas críticas. Por ejemplo, trabajar en la coordinación y agilidad en edades tempranas y en la fuerza y resistencia en edades posteriores.
Adaptación y Progresión: Ajustar los programas de entrenamiento de acuerdo con el crecimiento y la maduración del atleta, asegurando una progresión continua y evitando el sobreentrenamiento o la falta de estímulo.
Aprovechar las edades de oro permite que los atletas desarrollen una base sólida de habilidades y capacidades, facilitando su progreso y éxito en el deporte a lo largo de su vida.
Nuestro Programa No Se Cambia, Se Sigue
El principio de «nuestro programa no se cambia, se sigue» enfatiza la importancia de la consistencia y la adherencia a un plan de entrenamiento bien diseñado. Este enfoque asegura que los atletas sigan una metodología estructurada y probada que promueve el desarrollo constante y el éxito a largo plazo. La adherencia al programa evita cambios innecesarios que podrían desestabilizar el progreso del atleta.
Diseño de un Programa Estructurado: Crear un programa de entrenamiento detallado y basado en principios científicos que aborde todas las áreas esenciales del desarrollo del atleta, incluyendo habilidades técnicas, tácticas, físicas y mentales.
Ejemplo: Desarrollar un plan de entrenamiento anual que incluya periodización, sesiones específicas para habilidades clave, y etapas de carga y descarga.
Consistencia en la Ejecución: Asegurarse de que los atletas sigan el programa de manera rigurosa, asistiendo a todas las sesiones de entrenamiento y completando cada componente del plan.
Ejemplo: Mantener un calendario de entrenamiento estricto y asegurar la asistencia y participación activa de los atletas.
Evaluación y Monitoreo Regular: Realizar evaluaciones periódicas para monitorear el progreso del atleta y ajustar detalles menores si es necesario, sin desviar el enfoque del programa principal.
Ejemplo: Llevar a cabo pruebas de rendimiento y revisiones mensuales para evaluar el avance y realizar ajustes en la intensidad o el volumen del entrenamiento según sea necesario.
Evitar Cambios Abruptos: Resistir la tentación de hacer cambios importantes al programa en respuesta a resultados a corto plazo o presiones externas. Confiar en el proceso y permitir que el programa diseñado produzca resultados a lo largo del tiempo.
Ejemplo: Mantener la estructura del programa incluso si se enfrentan a derrotas o desafíos temporales, confiando en la visión a largo plazo.
Beneficios:
Estabilidad y Seguridad: Proporciona a los atletas un entorno estable y predecible, lo cual es crucial para el desarrollo y la confianza.
Desarrollo Sostenible: Promueve el crecimiento y el desarrollo a largo plazo, evitando picos y valles en el rendimiento.
Confianza en el Proceso: Ayuda a los atletas a confiar en el plan y en el equipo de entrenamiento, sabiendo que están siguiendo un programa diseñado para su éxito.
Al seguir un programa de entrenamiento sin cambios abruptos, se asegura que los atletas puedan desarrollar sus habilidades de manera constante y efectiva, construyendo una base sólida para el éxito continuo en su deporte.
Esfuerzo y Excelencia (Actitud)
El principio de «esfuerzo y excelencia» se centra en la importancia de la actitud en el desarrollo y rendimiento deportivo. Este principio destaca que alcanzar la excelencia no solo depende del talento natural, sino también del esfuerzo constante, la dedicación y una actitud positiva y proactiva. La mentalidad y el compromiso del atleta son cruciales para superar desafíos y alcanzar su máximo potencial.
Compromiso Consistente: Fomentar una ética de trabajo sólida, donde el esfuerzo y la dedicación sean pilares fundamentales. Esto incluye asistir a todas las sesiones de entrenamiento, seguir las instrucciones del entrenador y esforzarse por mejorar cada día.
Resiliencia y Perseverancia: Desarrollar la capacidad de los atletas para enfrentar y superar obstáculos, errores y fracasos. Enseñarles a ver los desafíos como oportunidades de crecimiento y a mantener una actitud positiva ante la adversidad.
Mentalidad de Crecimiento: Promover una mentalidad de crecimiento, donde los atletas creen en su capacidad de desarrollo a través del esfuerzo y la práctica. Fomentar la curiosidad, el aprendizaje continuo y la apertura a nuevas experiencias y conocimientos.
Fijación de Metas: Establecer objetivos claros y alcanzables, tanto a corto como a largo plazo. Esto ayuda a los atletas a mantenerse enfocados y motivados, y a medir su progreso de manera tangible.
Autoevaluación y Reflexión: Incentivar a los atletas a evaluar su propio rendimiento regularmente y a reflexionar sobre sus fortalezas y áreas de mejora. La autoevaluación fomenta la autoconciencia y la responsabilidad personal en el camino hacia la excelencia.
Al integrar el esfuerzo y la excelencia en la actitud del atleta, se crea una base sólida para el éxito sostenido. Esta combinación de trabajo arduo y mentalidad positiva es esencial para alcanzar altos niveles de rendimiento y mantener la motivación a lo largo del tiempo.
Modelos de los Jugadores (Saber, Entender, Dominar – Imaginación)
El concepto de «modelos de los jugadores» implica un enfoque integral para el desarrollo de los atletas, basado en cuatro pilares fundamentales: saber, entender, dominar e imaginación. Este modelo asegura que los jugadores no solo adquieran conocimientos técnicos y tácticos, sino que también desarrollen una comprensión profunda del juego, dominen sus habilidades y utilicen su imaginación para innovar y adaptarse en el campo.
Saber: Este pilar se enfoca en la adquisición de conocimientos fundamentales. Los jugadores deben aprender las reglas del juego, las técnicas básicas y los conceptos tácticos esenciales.
Ejemplos: Enseñar las reglas del deporte, los fundamentos técnicos como el pase, el tiro, la recepción, y las posiciones en el campo.
Entender: Más allá de saber, los jugadores deben entender el «por qué» detrás de cada acción y decisión en el juego. Esto implica una comprensión táctica y estratégica más profunda.
Ejemplos: Explicar las razones detrás de ciertas formaciones tácticas, el propósito de las estrategias ofensivas y defensivas, y cómo leer el juego y anticipar movimientos.
Dominar: La maestría se logra mediante la práctica y la repetición. Los jugadores deben perfeccionar sus habilidades hasta el punto de poder ejecutarlas con precisión y consistencia en situaciones de alta presión.
Ejemplos: Practicar técnicas avanzadas y tácticas complejas hasta que se vuelvan automáticas, trabajar en la velocidad y la precisión de la ejecución, y simular situaciones de juego para mejorar la toma de decisiones rápidas.
Imaginación: La creatividad y la innovación son esenciales para sobresalir en el deporte. Los jugadores deben ser capaces de imaginar y crear nuevas formas de enfrentar desafíos, utilizando su ingenio para sorprender y superar a sus oponentes.
Ejemplos: Fomentar la creatividad en el entrenamiento mediante ejercicios que permiten la experimentación, enseñar a los jugadores a improvisar en situaciones imprevistas, y desarrollar la capacidad de pensar fuera de lo común para encontrar soluciones únicas en el juego.
Al integrar estos cuatro pilares en el desarrollo de los jugadores, se crea un enfoque holístico que no solo mejora las habilidades técnicas y tácticas, sino que también fomenta una comprensión profunda del juego y una capacidad para innovar y adaptarse. Este modelo asegura que los atletas estén bien preparados para enfrentar cualquier desafío y sobresalir en su deporte.
COMPONENTES DE LA ENSEÑANZA
ESTILO DE JUEGO
Circulación Rápida (3, 2, 1 Toques) en Amplitud y Profundidad
La circulación rápida del balón, utilizando un máximo de 3 toques, es fundamental para mantener un juego dinámico y eficaz. Este enfoque permite desorganizar a la defensa contraria y crear oportunidades de ataque mediante el uso estratégico de la amplitud y profundidad del campo.
Toques Limitados: Entrenar a los jugadores para realizar pases precisos y rápidos con un máximo de 3 toques. Esto mejora la velocidad de juego y la toma de decisiones.
Ejemplo: Ejercicios de rondos con restricciones de toques y juegos reducidos que fomenten la rapidez en los pases.
Amplitud y Profundidad: Fomentar el uso del ancho del campo para abrir espacios y el juego en profundidad para avanzar rápidamente hacia el área rival.
Ejemplo: Diseñar ejercicios de posesión que requieran cambiar el juego de un lado al otro y buscar desmarques en profundidad.
Bloque Defensivo (Trabajo en Equipo – Las Vueltas)
El bloque defensivo es esencial para mantener la solidez y organización defensiva. Este concepto se basa en el trabajo en equipo y la capacidad de realizar transiciones defensivas rápidas, también conocidas como «las vueltas», para recuperar la posición y mantener la estructura defensiva.
Trabajo en Equipo: Fomentar la comunicación y la coordinación entre los jugadores para mantener una línea defensiva compacta y sincronizada.
Ejemplo: Ejercicios de defensa en zona y juegos de posición que enfaticen la colaboración y la cobertura mutua.
Las Vueltas: Entrenar a los jugadores para realizar transiciones defensivas rápidas, volviendo a sus posiciones iniciales después de perder el balón.
Ejemplo: Ejercicios de transición que simulen la pérdida de posesión y requieran a los jugadores volver rápidamente a su posición defensiva.
Memorización en las Transiciones (Juego Directo – Contraataque – Repliegue – Presión)
La memorización en las transiciones es crucial para ejecutar estrategias eficaces de juego directo, contraataque, repliegue y presión. Esto implica que los jugadores internalicen y automaticen las respuestas tácticas adecuadas durante los cambios de fase en el juego.
Juego Directo: Practicar el movimiento rápido del balón hacia adelante para aprovechar espacios y crear oportunidades de gol.
Ejemplo: Ejercicios de pase largo y desmarque, enfocándose en la rapidez y precisión del juego directo.
Contraataque: Entrenar la respuesta rápida tras recuperar el balón, avanzando de manera organizada y efectiva para sorprender a la defensa contraria.
Ejemplo: Simulaciones de situaciones de contraataque, enfatizando la velocidad y la toma de decisiones.
Repliegue: Enseñar a los jugadores a retroceder rápidamente y reorganizarse defensivamente para proteger el área.
Ejemplo: Ejercicios de repliegue que impliquen movimientos coordinados y rápidos hacia posiciones defensivas.
Presión: Fomentar la presión alta para recuperar el balón rápidamente y mantener el control del juego.
Ejemplo: Drills de presión y recuperación que requieran a los jugadores actuar inmediatamente tras la pérdida del balón.
Implementar estos conceptos de manera sistemática en el entrenamiento ayudará a los jugadores a desarrollar una comprensión táctica profunda y a responder de manera efectiva en diferentes situaciones de juego, mejorando tanto el aspecto ofensivo como defensivo del equipo
HORMONAS