Como aficionado de la Sociedad Deportiva Lenense Proinastur, puedo decir con certeza que no hay ningún lugar donde me sienta más en casa que en nuestro estadio, rodeado de vecinos y amigos, unidos todos por una pasión común: el Fútbol.
Este no es solo un deporte para nosotros, es un proyecto comunitario donde cada gol, cada derrota y cada victoria se viven con una intensidad única que solo puede entenderse cuando se forma parte de esta gran familia.
En nuestro querido Lenense, el fútbol va más allá de los 90 minutos de juego. Es una extensión de nuestra vida diaria, una plataforma donde celebramos juntos, nos apoyamos en los momentos difíciles y, sobre todo, compartimos un objetivo común.
No hay mayor alegría que ver la felicidad en los rostros de nuestros socios y simpatizantes cuando el equipo juega bien, ni mayor consuelo que el apoyo mutuo cuando las cosas no salen como esperábamos.
Un gol en nuestro estadio no es solo un gol. Es una sonrisa compartida, un grito de alegría que resuena en todo el concejo. Es el reflejo del esfuerzo colectivo, desde los jugadores en el campo hasta los aficionados en las gradas. Cada vez que el balón cruza la línea de gol, no es solo el equipo quien celebra, somos todos nosotros, porque cada gol es una victoria para la comunidad.
De la misma manera, una derrota no es solo una pérdida. Es un momento para demostrar nuestro apoyo incondicional, para recordar que, aunque el resultado no sea el deseado, el esfuerzo y la dedicación están siempre presentes. Es en esos momentos de sufrimiento donde la verdadera fuerza de nuestra comunidad se manifiesta, apoyándonos mutuamente y preparándonos para volver más fuertes en el próximo partido. Ya lo dice nuestro himno: Pues no siempre es ganar.
Lo que hace al Lenense Proinastur especial no es solo el fútbol que se juega en el campo, sino la gente que lo rodea. Es la calidez de saber que, pase lo que pase, no estamos solos. Aquí, cada miembro de la comunidad tiene un lugar, un propósito y una voz. Es por eso que no tengo ningún dolor en casa, porque sé que, en esta familia del Fútbol, siempre encontraremos alegría, consuelo y, sobre todo, un apoyo inquebrantable.
Vivir el fútbol en el Lenense es una experiencia que trasciende el Deporte. Es ser parte de una comunidad vibrante y apasionada, donde cada momento se vive con intensidad y donde cada persona tiene un papel importante. Aquí, en nuestra casa, el Fútbol no es solo un juego, es una forma de vida, y no hay mayor satisfacción que compartirlo con aquellos que llamamos vecinos y amigos.
¡PUXA LENENSE!